jueves, 4 de septiembre de 2014

Cántico de las criaturas (Cantico delle creature). Francisco de Asís



El Cántico de las Criaturas (en italiano: Cantico delle creature; en latín: Laudes Creaturarum), también conocido como Cántico del Hermano Sol, es un cántico religioso cristiano compuesto por San Francisco de Asís (1181-1226) en dialecto umbro a finales del año 1224 o principios del 1225, cuando se encontraba enfermo y casi ciego, como una alabanza a todas las criaturas terrenales así como a las fuerzas de la naturaleza. El texto contiene además algunos elementos de la lengua latina, toscana e italiana. Es considerado como una de las primeras obras escritas en lengua italiana. De acuerdo con la tradición, este cántico fue entonado por primera vez por el propio san Francisco de Asís y por los hermanos León y Ángel, dos de sus compañeros más cercanos.

Contrariamente a otros cánticos religiosos de esa época, el Cántico de las Criaturas no se enfoca únicamente a Dios, a la Virgen o a otros santos, sino que le agradece al Creador por otras criaturas como el “Hermano Fuego”, la “Hermana Agua”, la “Hermana Tierra” y todas las criaturas del mundo. Mostraba así su creencia que todo lo creado era obra divina y que todos los seres debían tratarse como “hermanos” y “hermanas”. Además, San Francisco advierte del grave riesgo de irse de este mundo en pecado mortal.
Históricamente, el o Cántico de las Criaturas fue mencionado por primera vez en Vita Prima de Tommaso da Celano, en 1228.

Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor por la hermana Agua,
la cual es muy humilde, preciosa y casta.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego, por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.
Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran en pecado mortal.
Bienaventurados los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alabad y bendecid a mi Señor
y dadle gracias y servidle con gran humildad...

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