martes, 26 de enero de 2016

Pacomio de Tebas (h. 287-h. 346)


Pacomio fue un soldado romano del siglo IV que luchó en el bando de Majencio en la Segunda Tetrarquía. Se convirtió al cristianismo en el transcurso de un viaje a Alejandría, altamente impresionado por las buenas cualidades que pudo ver entre los cristianos de aquellas tierras, en especial la caridad. Fue entonces cuando decidió retirarse como ermitaño para llevar una vida de oración y austeridad, junto a uno de los templos de Serapis que por aquel entonces se hallaba en ruinas. Pacomio es conocido como uno de los Padres del yermo. Figura en el Calendario de Santos Luterano.

Tras un tiempo de vida como ermitaño decidió crear una regla para monjes en comunidad que debían tener el trabajo como medio de subsistencia importante. Con esta regla monástica sentó las bases para lo que fuera más tarde el Ora et labora que proclamó San Benito. Los monasterios creados por Pacomio llegaron a ser centros fabriles de producción, con un recinto rodeado por un muro, en el que había cabida hasta para mil monjes repartidos en las distintas casas. Dentro del cercado había distintas edificaciones y en cada una trabajaban y oraban cuarenta monjes. A su vez cuatro de estos edificios formaban una comunidad con 160 monjes. Al frente del conjunto del monasterio había un abad. Cada cierto tiempo se reunían todos los frailes para tratar asuntos comunes y de religión. Estas reuniones se hicieron célebres con el nombre de pacomias.
La vida monástica de los pacomios tuvo gran aceptación entre las comunidades cristianas. A la muerte de Pacomio existían ya nueve monasterios de monjes y dos de monjas, siendo el primero de todos el que fundó en Tabennisi cerca de Denderath (Egipto). Murió hacia el año 346. Su festividad es el 9 de mayo.

lunes, 18 de enero de 2016

Onofre (c. 320-c. 400)


San Onofre (alrededor de 320 en Etiopía - en torno al año 400 quizás en Siria) es un santo muy honrado y recordado hoy en día por los coptos, y venerado también por la iglesia católica. Es conocido como uno de los Padres del yermo y su festividad se celebra el 12 de junio.
Al parecer San Onofre fue hijo de un rey egipciaco o abisinio y que vivió en el siglo IV. El diablo logró que su progenitor lo entregara a las llamas como prueba de si era o no hijo adulterino. Onofre, igual que el profeta Daniel, resultó ileso.
Ya de niño entró en un convento de la Tebaida egipciaca (monjes que vivían en el desierto). De adulto abandonó el cenobio y marchó a vivir de ermitaño. La tradición relata que una luminaria le acompañó en el itinerario hacia lo que sería su ermita. Sólo comía dátiles y agua. Como vestimenta únicamente poseía sus propios cabellos y hojas de palma o hierbas del desierto entretejidas. Un ángel le daba pan a diario y los domingos también la comunión. Sobrevivió de esta forma durante 60 años.
Pafnucio fue discípulo suyo y en una de sus visitas a los eremitas, lo encontró en un estado deplorable de salud con su cuerpo deformado, barba canosa y cabellos de gran longitud; le hizo compañía hasta que falleció a las pocas horas para, después, relatar cómo era este titán de la penitencia encarado con los pecados del orbe. Pafnucio puso por escrito la vida y obras de san Onofre.
La tradición añade que cuando murió un coro angélico le rindió honores y alabanzas.
Se le representa como un santo provecto de luengas barbas y envuelto en sus propios cabellos. También puede aparecer situado en el desierto, en ocasiones al lado de él aparecen: la regla de san Antonio Abad, el cráneo y la cruz que presidían sus meditaciones, la palmera de cuyos dátiles se alimentaba e incluso una alforja (símbolo de las raciones que nunca le faltaron).