jueves, 13 de diciembre de 2012

Ignacio de Antioquía


Ignacio de Antioquía (Ιγνάτιος Αντιοχείας) es uno de los Padres de la Iglesia y, más concretamente, uno de los Padres Apostólicos por su cercanía cronológica con el tiempo de los apóstoles. Es autor de siete cartas que redactó en el transcurso de unas pocas semanas, mientras era conducido desde Siria a Roma para ser ejecutado.

Su arresto y ejecución se produjeron a comienzos del siglo II. Aparte de eso, sólo se sabe que fue obispo de la ciudad de Antioquía de Siria. El conocimiento sobre Ignacio se centra, por tanto, en el final de su vida, pero ello basta para hacer de él uno de los Padres Apostólicos mejor conocidos. Ignacio es un mártir del cristianismo y uno de los santos de la Iglesia Católica y de la Iglesia Ortodoxa, que celebran su festividad el 17 de octubre y el 20 de diciembre, respectivamente.

El descubrimiento y la identificación de las cartas de Ignacio se produjeron a lo largo de los siglos XVI y XVII, tras un arduo y polémico proceso. La temática «procatólica» de las cartas soliviantó los ánimos de teólogos protestantes como Juan Calvino, que las impugnaron enérgicamente. La polémica entre católicos y protestantes continuó hasta el siglo XIX, en que se alcanzó un consenso sobre cuántas cartas, cuáles y en qué medida fueron escritas realmente por Ignacio. Desde entonces, la opinión mayoritaria, pero no indiscutida, es que Ignacio escribió cartas a las comunidades cristianas de Éfeso, Magnesia del Meandro, Trales, Roma, Filadelfia y Esmirna, además de una carta personal al obispo Policarpo de Esmirna, otro «Padre de la Iglesia» y también «Padre Apostólico». Los escritos de Ignacio están próximos en el tiempo a la redacción de los evangelios y una parte de la investigación ignaciana está centrada en esclarecer su relación con ellos. Las cartas ofrecen, además, valiosos indicios sobre la situación de las comunidades cristianas a finales del siglo I y comienzos del siglo II.

Como hemos dicho, Ignacio escribió sus famosas siete cartas de camino hacia Roma, a donde era llevado a sufrir el martirio.

Cuatro fueron escritas desde Esmirna a las Iglesias de Éfeso, Magnesia, Tralles y Roma; en ellas les da las gracias por las muestras de afecto hacia su persona, les pone en guardia contra las herejías y les anima a estar unidos a sus obispos; en la dirigida a los romanos, les ruega que no hagan nada por evitar su martirio, que es su máxima aspiración.

Las otras tres las escribió desde Tróade: a la Iglesia de Esmirna y a su obispo Policarpo, a los que agradece sus atenciones, y a la Iglesia de Filadelfia; son semejantes a las otras cuatro, añadiendo la noticia gozosa de que la persecución en Antioquía ha terminado y, en la dirigida a Policarpo, da unos consejos sobre la manera de desempeñar sus deberes de obispo.

Estas cartas son una fuente espléndida para el conocimiento de la vida interna de la primitiva Iglesia, con su clima de mutua solicitud y afecto; nos muestran también los sentimientos de Ignacio, llenos de amor a Cristo.

 Antioquía (Antankya, Turquía): Iglesia de San Pedro.

A través de ellas, Ignacio deja ver con especial claridad la pacífica posesión de algunas de las verdades fundamentales de la fe, lo que resulta aún de mayor interés por lo temprano de su testimonio. Así, Cristo ocupa un lugar central en la historia de la salvación, y ya los profetas que anunciaron su venida eran en espíritu discípulos suyos; Cristo es Dios y se hizo hombre, es Hijo de Dios e hijo de María, virgen; es verdaderamente hombre, su cuerpo es un cuerpo verdadero y sus sufrimientos fueron reales, todo lo cual lo dice frente a los docetas (del griego dokéo, parecer), que sostenían que el cuerpo de Cristo era apariencia.

Es en estas cartas donde encontramos por vez primera la expresión «Iglesia católica» para referirse al conjunto de los cristianos. La Iglesia es llamada «el lugar del sacrificio»; es probable que con esto se refiera a la Eucaristía como sacrificio de la Iglesia, pues también la Didajé llama «sacrificio» a la Eucaristía; además, «la Eucaristía es la Carne de Cristo, la misma que padeció por nuestros pecados».

La jerarquía de la Iglesia, formada por obispos, presbíteros y diáconos, con sus respectivas funciones, aparece con tanta claridad en sus escritos, que ésta fue una de las razones principales por las que se llegó a negar que las cartas fueran auténticas por parte de quienes opinaban que se habría dado un desarrollo más lento y gradual de la organización eclesiástica; pero esta autenticidad está hoy fuera de toda duda.

El obispo representa a Cristo; es el maestro; quien está unido a él está unido a Cristo; es el sumo sacerdote y el que administra los sacramentos, de manera que sin contar con él no se puede administrar ni el bautismo ni la Eucaristía, y hasta el matrimonio es conveniente que se celebre con su conocimiento. Respecto a éste, Ignacio sigue de cerca la enseñanza de San Pablo: que las mujeres amen a sus maridos y los maridos a sus mujeres, como el Señor ama a su Iglesia; pero a los que se sientan capaces les recomienda la virginidad.

En el saludo inicial de la carta a los romanos, Ignacio se excede y trata a la Iglesia de Roma de forma distinta a como trata a las demás, con especiales alabanzas. El tono general de la salutación se puede tomar como un testimonio del primado de Roma, aún de mayor interés por provenir del obispo de la sede de Antioquía: una sede antigua, que cuenta a San Pedro como su primer obispo, establecida en una de las ciudades mayores y más influyentes del Imperio, en la que además comenzaron a llamarse cristianos los seguidores de Cristo. Alguna de sus frases, aunque de interpretación difícil, subraya esta impresión: es la Iglesia «puesta a la cabeza de la caridad», cuyo significado más probable parece ser que es la Iglesia que tiene la autoridad para dirigir en lo que se refiere a lo esencial del mensaje de Cristo.

Para San Ignacio, la vida del cristiano consiste en imitar a Cristo, como Él imitó al Padre. Esa imitación ha de ir más allá de seguir sus enseñanzas, ha de llegar a imitarle especialmente en su pasión y muerte; es de ahí de donde nace su ansia por el martirio: «soy trigo de Dios, y he de ser molido por los dientes de las fieras, para poder ser presentado como pan limpio de Cristo». Por otra parte, esa imitación viene facilitada porque Cristo vive en nosotros como en un templo y nosotros llegamos a vivir en Él; por eso los cristianos estamos unidos entre nosotros, porque estamos unidos a Cristo (E. Moliné).

viernes, 23 de noviembre de 2012

Epístola de Bernabé


Clemente de Alejandría, a principios del siglo III, dio el nombre de Epístola de Bernabé a un breve escrito en lengua griega, redactado sin ajustarse a los cánones de la antigua retórica, por lo que se piensa que su autor no era de origen griego. Los estudios modernos han dejado claro que este escrito no fue compuesto por el apóstol San Bernabé, compañero de San Pablo en sus viajes apostólicos, sino que es obra de un autor desconocido, que, a su vez, se valió probablemente de documentos preexistentes de diversas épocas. Su composición se sitúa entre la primera y la segunda destrucción del Templo de Jerusalén (por tanto, entre los años 70 y 130 d.C.).

El texto más completo lo ofrece el Codex Sinaiticus (=S), del siglo IV, anteriormente preservado en San Petersburgo y actualmente en Londres. La Epístola de Bernabé se encuentra tras los escritos canónicos del Nuevo Testamento, en seguida del Apocalipsis y al lado del Pastor de Hermas.

Aunque utiliza el género epistolar, no se trata de una carta propiamente dicha, sino de un breve tratado destinado a poner en guardia a los cristianos frente al peligro de los judaizantes, aquellos cristianos convertidos del judaísmo que añoraban las prácticas de la Ley mosaica y pretendían exigirlas también a los seguidores de la nueva Ley. Con este motivo, el autor se detiene en desentrañar la relación entre la antigua y la nueva alianza, destacando el supremo valor de ésta y la insondable riqueza de su contenido.

La antigüedad cristiana profesó alta estima a este escrito, como lo demuestra el hecho de haber sido descubierto en uno de los más antiguos códices, junto con los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento.


Codex Sinaiticus
En la primera parte, el autor ahonda en la interpretación de pasajes del Antiguo Testamento a la luz del Nuevo, con un profundo conocimiento de la Escritura. La abundancia de citas es de gran interés para el estudio de la transmisión del texto sagrado y de su utilización como fundamento de los dogmas. La segunda parte, de carácter más didáctico, contiene una descripción de la vida cristiana y un conjunto de normas morales que el Cristianismo exige.

Analicemos las dos partes. La primera es teórica y trata de la interpretación de la Ley y el Antiguo Testamento y de cuestiones dogmáticas. El autor polemiza contra la interpretación literal del Antiguo Testamento y considera que debe interpretarse en forma alegórica. Considera que el judaísmo se equivocó al interpretar literalmente la Ley. Por ejemplo, dice que Dios no quiere sacrificios, sino la ofrenda de un corazón arrepentido; no le interesa que nos abstengamos de la carne de animales impuros, sino que renunciemos a los pecados simbolizados por aquellos animales (9-10): hay hombres que se parecen a los cerdos, que olvidan la mano que los alimenta; el águila, el halcón, el gavilán y el cuervo son animales simbolizan hombres que logran su pan cotidiano por la rapiña y toda suerte de iniquidad, en vez de ganarse su sustento con un trabajo honrado y el sudor de su frente (14:4). Cuando el Génesis dice que el mundo fue creado en seis días, hay que tener en cuenta que para Dios un día son como mil años y "el Hijo de Dios vendrá de nuevo a juzgar a los impíos y a cambiar el sol y la luna y las estrellas, y el día séptimo descansará; entonces amanecerá el sábado del reino milenario (15:1-9)
Expone la doctrina de la preexistencia del Hijo de Dios, que se encarnó en Jesucristo y la importancia del Bautismo como símbolo de que quien lo recibe es adoptado como hijo de Dios y transformado en templo del Espíritu Santo.
La segunda parte, denominada los Dos Caminos, es práctica, pues se refiere a la vida cristina, la ética y la moral. Como la Didaché, expone que el ser humano puede seguir un camino de luz y vida que se propone señalar o un camino de tinieblas y muerte que propone evitar.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Primera Epístola de Clemente


Clemente de Roma o San Clemente I, fue un religioso cristiano de finales del siglo I, obispo de Roma, y en tanto que obispo de la Ciudad Eterna, la Iglesia católica lo considera su cuarto papa.
Elegido en el año 88, murió en 97. Exiliado por el emperador Trajano al Ponto, fue arrojado al mar con un áncora al cuello.
Su identificación con el autor de la célebre Primera Epístola, cuyo nombre aparece en la inscriptio en todas las versiones de los manuscritos es opinión concorde y formulada ya en tiempos muy antiguos.
Se lo venera como santo y mártir en la Iglesia católica y su festividad se celebra el 23 de noviembre. En Roma existe una antiquísima basílica, la Basílica de San Clemente de Letrán, levantada sobre su tumba.

La Primera Epístola de Clemente es una de las dos cartas, dirigidas a los cristianos de la ciudad de Corinto. Data de finales del siglo I o comienzos del siglo II. Ninguna de las dos epístolas fue aceptada en el canon del Nuevo Testamento, pero son parte de la colección de los Padres Apostólicos. No está claro si fueron realmente escritas por el Papa Clemente I, a quien se han atribuido tradicionalmente.
La primera epístola no menciona el nombre de Clemente, sino que está dirigida por la Iglesia de Roma a la de Corinto. Sin embargo, se ha datado tradicionalmente en los últimos años del reinado de Domiciano, esto es, alrededor del año 96, ya que se hace referencia a que sobre la iglesia de Roma han caído numerosos infortunios (1:1), lo que suele interpretarse como una referencia a las persecuciones de Domiciano. Confirma esta datación el hecho de que la iglesia de Roma sea denominada "antigua" y que los presbíteros ordenados por los apóstoles hayan muerto (44:2), y haya pasado también una segunda generación eclesiástica (44:3).
La epístola se escribió a causa de una disputa en Corinto, que había llevado a la destitución de varios presbíteros. Dado que ninguno de los presbíteros destituidos había sido acusado de ofensas a la moral, Clemente opinó que su destitución había sido una medida excesiva e injustificable. La epístola es muy extensa —tiene dos veces la extensión de la Epístola a los Hebreos— e incluye varias referencias al Antiguo Testamento. La familiaridad de Clemente con el Antiguo Testamento parece indicar que no era un converso reciente, sino que era cristiano desde mucho tiempo atrás. Bruce Metzger, en Canon of the New Testament señala que Clemente se refiere varias veces al Antiguo Testamento como "Escrituras". Aunque cita algunas de las epístolas de Pablo y la Epístola a los Hebreos, y recuerda algunos dichos de Jesús, no se refiere nunca a estos textos como "Escrituras" de autoridad.
La epístola fue leída públicamente en ocasiones en Corinto, y para el siglo IV su empleo se había extendido a otras iglesias. Incluso se encuentra en el famoso Codex Alexandrinus, del siglo V, que contiene el Antiguo y el Nuevo Testamento, aunque eso no implica necesariamente que llegase a ser considerado un texto canónico de las escrituras cristianas. La obra fue traducida al menos a tres idiomas en la Antigüedad: una traducción al latín del siglo II ó III se encontró en un manuscrito del siglo XI, y fue publicada por G. Morin en 1894; un manuscrito siríaco, hoy en la Universidad de Cambridge, fue hallado por R. L. Bensly en 1876, y traducido por él en 1899; y su traducción al copto ha sobrevivido en dos copias en papiro, una publicada por C. Schmidt en 1908 y la otra por F. Rösch en 1910.


Basílica de San Clemente de Letrán

Su obra consta de dos partes, en la primera da exhortaciones de carácter general (a la humildad, etc.) en la segunda parte se ocupa de los conflictos entre los cristianos de Corinto, finalmente una conclusión en la que expresa su ansia de un feliz desenlace.
Es posible destacar varios puntos: los católicos romanos ven en esta carta el primado de Roma, dado el intento de la Iglesia de Roma de hacer de conciliadora y mediadora, reivindicando una autoridad sobre las demás iglesias. No obstante otras confesiones cristianas como las iglesias protestantes no ven primado alguno de Roma en esta carta y explican la "injerencia" de Clemente en los asuntos de Corinto resaltando que Clemente era fiel colaborador de Pablo (como lo menciona éste en la carta a los filipenses) y seguramente trabajaron juntos en la fundación de la iglesia en Corinto, por lo que Clemente sería aún visto por esta iglesia como una autoridad sobre ellos.
 
Los superiores eclesiásticos son llamados obispos, y diáconos, en algunos pasajes se les llama presbíteros, los cuales no pueden ser destituidos por la comunidad, puesto que han sido instituidos por los apóstoles en nombre de Cristo.

Basílica de San Clemente de Letrán

Es importante el capítulo quinto, que nos da un testimonio de San Pedro en Roma y del viaje de San Pablo a Roma, además del martirio de los apóstoles.
El capítulo XX habla de la armonía y del orden de la creación, los capítulos XXV y XXVI hablan de la resurrección de los muertos, tema importantísimo puesto que era atacado por los paganos. Tertuliano dice que él también atacó antes el tema de la resurrección de los muertos, porque es el tema más difícil de creer. El capítulo XXV se refiere a la leyenda del ave Fénix (resucitado de sus cenizas) como símbolo de resurrección.
Es de destacar la plegaria que precede a la conclusión, de uso litúrgico.
El autor de la carta no se menciona a sí mismo, sino a la Iglesia de Dios que mora en Roma, habla siempre de «nosotros», no cabe duda que ese «nosotros» es un plural mayestático. Por su unidad, está clarísimo que la obra fue compuesta por una sola persona. Quizás intuyó que sería leída y de dominio público. Al igual que la Didajé fue leída en la asamblea litúrgica.
Además de ello, restableció el uso de la Confirmación según el rito de san Pedro. Vemos cómo empieza a usarse en las ceremonias religiosas la palabra Amén.


jueves, 4 de octubre de 2012

La Didajé


Didaché (en griego: Διδαχή, pronunciado Didajé y transcrito también como Didajé o Didaké) es el nombre más conocido de una obra de la literatura cristiana primitiva llamada, en su título corto, Enseñanza de los doce apóstoles y, en su título largo, Enseñanza del Señor a las naciones por medio de los doce apóstoles.

Pudo ser compuesta en la segunda mitad del siglo I, acaso antes de la destrucción del templo (70 d.C.), por uno o varios autores, los «didaquistas» a partir de materiales literarios judíos y cristianos preexistentes.
Filoteos Bryennios encontró el manuscrito en la biblioteca del monasterio del Santo Sepulcro en Estambul en 1873. Se trataba de un volumen en pequeño octavo (6x8 pulgadas), encuadernado en piel negra, con 120 hojas de pergamino bien conservado, escritas a doble cara con letra pequeña y clara procedente de una misma mano. Había sido copiado por un tal León en el año 1056 a partir de manuscritos más antiguos. La Didajé ocupaba del folio 76 al 80. Bryennios publicó la obra en 1883.

La época de su composición no se conoce, aunque se ha investigado con mucha atención. En general, se puede resumir lo que sabemos diciendo que, si por su contenido, que parece reflejar una situación ya alejada de la era apostólica, se podría suponer que es del período que va del año 100 al 150, la ausencia de citas de los Evangelios sinópticos y otros argumentos hacen pensar que es muy anterior, quizá de los años 50 al 70; ahora se suele opinar que podría muy bien pertenecer ya al siglo I, al menos en algunas de sus partes.

A lo largo de sus 16 capítulos, en general muy breves, se encuentra una profusión de consejos morales, presentados bajo el esquema del camino de la vida y el de la muerte, así como instrucciones litúrgicas y normas disciplinares.

Respecto a la liturgia, son interesantes las normas que se dan para la administración del bautismo, que al parecer se solía hacer por inmersión en los ríos, aunque se admitía el bautismo por infusión, derramando agua sobre la cabeza; la prescripción del ayuno antes del bautismo, y de los ayunos en los días señalados, que son los miércoles y los viernes, distintos a los de los judíos; los ejemplos que se dan de plegarias eucarísticas; y la insistencia en la necesidad de purificación, tanto para la Comunión como para la oración en general; también se alude a la Eucaristía como sacrificio.

Respecto a la jerarquía, no se describe con detalle su organización; se habla de obispos y diáconos, pero no de presbíteros; el papel que dentro de la jerarquía tienen los profetas itinerantes es aún considerable.

Se regula la asistencia a los peregrinos, recordando la necesidad de trabajar para no ser gravosos a los hermanos.

La palabra «iglesia» se utiliza con el sentido de asamblea, de reunión de los fieles para la oración; pero también con el otro sentido de Iglesia universal, el pueblo nuevo de los cristianos, subrayando especialmente que esta Iglesia es una y santa. Es de la Didajé de donde arranca la comparación de la unidad de la Iglesia con la del pan hecho de muchos granos de trigo que se hallaban antes dispersos por los montes.

Si se consideran las diversas traducciones de la obra, la dispersión geográfica de los fragmentos encontrados y la lista de obras posteriores que dependen de ella, la Didaché debió ser muy conocida en los primeros siglos. Al igual que otras obras de la literatura cristiana estuvo tiempo rondando el canon bíblico antes de ser finalmente descartada. Actualmente se la incluye dentro del heterogéneo grupo de escritos de los llamados Padres Apostólicos, de los cuales puede ser el escrito más antiguo y, sin lugar a dudas, el más importante.

domingo, 29 de julio de 2012

Iglesia Católica Libre


La Iglesia Católica Libre es un movimiento alemán derivado de la Iglesia Católica Apostólica Brasileña.

En 1937, el obispo católico Carlos Duarte Costa -y su diócesis de Botucatu en Brasil- rompió las relaciones con el Vaticano. El obispo fue excomulgado en 1945 después de haber acusado al Vaticano de haber colaborado con los nazis y los fascistas. Entonces fundó la Igreja Católica Apostólica Brasileira. En 1949 la iglesia fue llevada a Alemania por el futuro arzobispo Johannes Peter Meyer-Mendez, donde fue registrada como Iglesia Católica Libre (Freikatholische Kirche).

Después de la muerte del arzobispo Meyer-Mendez, su sucesor Georg Fröbrich, más tarde el arzobispo Hilarios Karl-Heinz Ungerer, transfirió la sede del arzobispado de Colonia a Munich, capital de Baviera. El arzobispo Ungerer también fue temporalmente el conductor de la entonces vacante Kustodie der Mariaviten in Bayern, fundada por el arzobispo Maria Paulus Norbert Maas, hasta su dimisión de los deberes de obispo en 1978.

En setiembre de 1972, el obispo Ungerer alquiló un local para "tienda de la iglesia", que se convirtió en la tienda de la Iglesia Católica Libre en el número 25 de la Thalkirchner Strasse en Munich, como era la moda en algunas grandes ciudades entonces. Durante los 25 años siguientes Ungerer se esforzó para integrar grupos marginales en la iglesia.

El arzobispo Ungerer dando la confirmación

En Baviera, principalmente en Munich, se les administran todos los sacramentos católicos o reciben cuidado pastoral más de 35.000 personas. La Iglesia Católica Libre también se ocupa de aquellos cristianos que han dejado las iglesias estatales, pero sin embargo buscan una iglesia, quieren tener un matrimonio por la iglesia aunque estén divorciados, quieren un funeral religioso o simplemente anhelan una comunidad o congregación eclesial. Aunque, durante este tiempo, la Iglesia Católica Libre no ha recibido ninguna subvención del estado o municipal, el arzobispo Hilarios Ungerer ha financiado la iglesia con los pequeños donativos de los fieles.




Hoy día la sede de Munich se ocupa de Manila, Los Ángeles y Miami. Cada año el arzobispo realiza viajes pastorales a las citadas misiones. La iglesia tiene concordatos con otras iglesias católicas y ortodoxas.

martes, 24 de julio de 2012

Comunión de Cristo Redentor



La Comunión de Cristo Redentor (CCR) es una denominación cristiana que engloba el culto de Convergencia (movimiento que se da en las iglesias evangélicas y carismáticas en Estados Unidos para mezclar el culto carismático con liturgia del Book of Common Prayer anglicano y otras fuentes litúrgicas) y ministerio y tradiciones anglicanas. La iglesia se describe a sí misma como creyente en la Biblia, llena del Espíritu Santo y litúrgica-sacramental. Está en plena comunión con la Provincia Anglicana de América.

La CCR tiene diócesis por todo Estados Unidos y está ayudando al desarrollo de otras iglesias nacionales en Tanzania y Venezuela. También hay una congregación de la CCR en México. El actual presidente del Colegio de Obispos es el obispo Richard W. Lipka de Maryland.

El magisterio de la CCR incluye las sagradas escrituras (el Nuevo Testamento y el Viejo Testamento) como fuente primaria de fe, doctrina y práctica. La iglesia acepta el canon de las Escrituras definido y recibido por la antigua Iglesia no dividida, incluyendo los libros deuterocanónicos que son utilizados como “ejemplo de vida e instrucción de las costumbres”, pero la iglesia “no los aplica para establecer ninguna doctrina”.



La iglesia mantiene los tres antiguos credos: el de los Apóstoles, el de Nicea y el de Atanasio. También acepta las declaraciones dogmáticas de los siete concilios ecuménicos y “el consenso ecuménico de la Iglesia no dividida”.

El culto es litúrgico en la forma. La mayoría de congregaciones utilizan varias ediciones del Book of Common Prayer, mientras otras también utilizan los ritos católicos romanos.

La iglesia anima a sus miembros a buscar y utilizar los dones espirituales en el culto y el ministerio. La CCR tiene un Colegio de Obispos que se reúne cuatro veces al año. Todos los obispos son iguales y no hay un cargo de autoridad más allá del de obispo. El Colegio elige a un presidente, un vicepresidente y un tesorero que sirven durante un plazo de cuatro años.


La iglesia sustenta el histórico triple ministerio de obispos, sacerdotes y diáconos. La sucesión apostólica ha sido recibida a través de la línea de Carlos Duarte Costa y la Iglesia Apostólica Católica Brasileña (ICAB). La CCR utiliza los ritos de ordenación de la Iglesia Católica Romana para sus sacerdotes en orden a mantener una línea fuerte de sucesión apostólica.

La CCR se formó en febrero de 2007 por seis obispos que previamente habían estado asociados con la Iglesia Episcopal Carismática. Estos seis pronto fueron acompañados por otros obispos y sacerdotes de los Estados Unidos y otros países. En 2008 entraron en plena comunión con la Provincia Anglicana de América, que es una jurisdicción anglicana continuista (profesa el anglicanismo aunque permaneciendo fuera de la Comunión anglicana).

jueves, 19 de julio de 2012

Asociación Católica Patriótica China


La Asociación Católica Patriótica China (abreviadamente CPA, CPCA o CCPA) es una asociación popular, establecida en 1957 por la Oficina de Asuntos Religiosos de la República Popular China para ejercer la supervisión del estado sobre los católicos de la China continental. En su encíclica Ad Apostolorum Principis del 29 de julio de 1958, el papa Pío XII deploró la actitud y actividades de la Asociación y declaró la excomunión de los obispos que participaban consagrando nuevos obispos seleccionados por la Asociación. El papa Benedicto XVI se refirió a los miembros de la Asociación como “personas que no están ordenadas, y a veces incluso no bautizadas”, que “controlan y toman decisiones que conciernen a importantes cuestiones eclesiales, incluyendo el nombramiento de obispos”.

Es la única organización católica en China oficialmente reconocida por el gobierno de la República Popular China, pero no hay que identificarla con los chinos católicos romanos que aceptan sus directrices.

Los católicos de Macao y Hong Kong no se relacionan con la Asociación y mantienen lazos con la Iglesia Católica de Roma.

A menudo se la identifica como “iglesia oficial” en contraposición a la “iglesia subterránea” constituida por el clero y los fieles que han permanecido secretamente fieles al papa a pesar de las prohibiciones; en realidad el término “oficial” es incorrecto ya que la asociación y sus miembros no reciben ninguna subvención económica del gobierno, como sucede con asociaciones análogas de otras religiones. Según datos oficiales, la Asociación Patriótica contaría com más de 4600 iglesias.

La Asociación no tiene relaciones oficiales con la Iglesia Católica. China y el Vaticano no tienen relaciones diplomáticas desde 1951, cuando la Santa Sede reconoció Taiwan.

La Asociación elige a sus propios obispos. Según fuentes católicas muchos de los obispos elegidos por la Asociación piden secretamente el reconocimiento del papa, obteniéndolo a menudo.

El papa Benedicto XVI se dirigió a todos los fieles católicos en China en una carta abierta en la cual instaba al régimen comunista al respeto de la libertad religiosa y definía a la iglesia católica controlada por el Estado incompatible con la doctrina católica.

Ya que el canon de la misa se lee en voz alta, los observadores han podido comprobar que el papa es mencionado por su nombre (una prueba tradicional de unidad y fidelidad) incluso por los sacerdotes que, al menos externamente, aceptan las directrices de la Asociación, llegando a la conclusión de que “hay sólo una Iglesia Católica en China, la reconocida por el estado y la llamada subterránea tienen la misma fe y la misma doctrina”.

La política del gobierno chino, como la de otros gobiernos comunistas en otros países, ha sido reservar al estado la regulación de todas las actividades sociales. Así la Asociación prohíbe a los obispos católicos en China hablar públicamente contra las leyes que contravienen gravemente las enseñanzas de la moral católica, tales como las que aplican el aborto y la contracepción artificial.



lunes, 16 de julio de 2012

Iglesia Católica celta


La Iglesia Católica Celta es una iglesia de Estados Unidos, que reclama la sucesión apostólica de los partidarios del arzobispo de Canterbury William Sancroft (1617-1693), los que rechazaron jurar lealtad a Guillermo III de Inglaterra y a su esposa María II de Inglaterra. Específicamente de aquellos que huyeron a Gales en el siglo XVII. También hace retroceder su tradición al cristianismo celta y a la misión evangelizadora que, según la leyenda medieval, José de Arimatea llevó a cabo en Glastonbury y entre el pueblo celta en el año 36 d.C. La moderna Iglesia que usa este nombre, sin embargo, no puede demostrar su existencia antes de 1960 y fue creada en 1974. A partir de 2006, proclama su pequeñez, con un obispo y cinco congregaciones (en el sur de California, el estado de Washington y Hawaii). La Iglesia Católica Celta hace hincapié en los credos de Nicea y en el de los Apóstoles, omitiendo la cláusula "filioque" del credo de Nicea (esto es, el Espíritu Santo sólo procede del Padre). La misa se celebra en inglés. Los cánones estipulan la ordenación de mujeres para el diaconado y el sacerdocio.

lunes, 18 de junio de 2012

Iglesia católica carismática de Canadá



El Rito Carismático Católico remonta su legado y sucesión apostólica a través de la Vieja Iglesia Católica, que dejó la comunión con Roma en 1870. Son parte del movimiento carismático que está abierto a la actividad del Espíritu Santo en la vida del individuo.
El Rito Carismático Católico acepta el Credo de los Apóstoles, el Credo de Nicea y el Credo de Atanasio.
El Rito Carismático Católico fue establecido y organizado por el entonces arzobispo André Barbeau en 1968. Fue una respuesta al modernismo que se iba sintiendo en la Iglesia y a las declaraciones del Concilio Vaticano II, que invitaban a nuevos ritos y patriarcados.
Fue concebido como una misión, un patriarcado progresista-conservador: un nuevo vástago de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica. El arzobispo Barbeau fundó el Rito "para asistir a la Iglesia Católica Romana en su misión como un rito suplementario".
A partir de la fundación del Rito, el arzobispo Barbeau fue conocido como el Patriarca Andrés I. Inmediatamente, después de la fundación, el Patriarca Barbeau preparó documentación para el papa Pablo VI concerniente a este rito suplementario y su propia promesa de obediencia y lealtad al Obispo de Roma.
Barbeau había sido previamente ordenado sacerdote católico el 21 de noviembre de 1940 y había servido como tal durante 28 años en la archidiócesis de Montreal y Quebec. En 1968, Barbeau dejó la Iglesia Católica Romana y fue consagrado como obispo y primer Patriarca autónomamente nombrado del nuevo Rito Carismático Católico por el obispo Charles Brearley de la Vieja Iglesia Católica de Inglaterra. Barbeau sirvió como patriarca hasta su muerte el 14 de febrero de 1994.
Sucedió a Barbeau el arzobisopo André Letellier, nombrado poco después de la muerte de Barbeau en la catedral del Sagrado Corazón de Jesús, en Cité de Marie.
El Rito Carismático Católico no está asociado con la Vieja Iglesia Católica o cualquier otro movimiento católico independiente en América porque considera que la mayoría de pastores de estas sectas causan división y enseñan doctrinas extrañas. En materia de fe y moral, el Rito Carismático Católico observa las enseñanzas de la Santa Sede de Roma.

El Rito busca preservar una libertad propia centrándose en ser un camino para atender a los católicos que se consideran sin iglesia por una variedad de razones. Es ecuménico y busca promover la unidad acogiendo a gente de tradiciones religiosas variadas que están buscando un hogar espiritual. El Rito Carismático Católico es una iglesia apostólica y sacramental y busca promover el triunfo de los Evangelios como tal. Busca expresar el "Cuerpo de Cristo" en comunidades asistenciales, no legalistas y pastorales.

El Rito es más conservador que algunas otras ramas de la Vieja Iglesia Católica. Acepta los siete Concilios Ecuménicos que obligan a todos los cristianos y pugna por una Iglesia no dividida como la de los mil primeros años de cristianismo, antes del Cisma entre Oriente y Occidente del año 1054. Acepta las enseñanzas del Concilio de Trento, incluyendo la definición de los siete sacramentos. Rechaza la ordenación de mujeres para los oficios de diácono, sacerdote u obispo, porque esto no ha "sido creído en todas partes, siempre y por todos" (Declaración de Utrecht, 1889). Sin embargo, permite a sus clérigos casarse y adoptar otras liberalizaciones.

Los miembros del Rito se refieren a él como Carismático, creyendo en los dones espirituales y en la actividad del Espíritu Santo. Aunque sigue una liturgia establecida para la eucaristía y los sacramentos, no es rígido para no impedir la actividad del Espíritu Santo para animar, iluminar y sustentar. Utiliza himnos tradicionales, plegaria contemporánea y canciones para el culto. Sus sacerdotes basan sus sermones en la Biblia. Se describen a sí mismos como ortodoxosen la creencia, católicos en la práctica y carismáticos en el culto.

sábado, 26 de mayo de 2012

Iglesia católica apostólica brasileña

La Iglesia Católica Apostólica Brasileña, conocida también por el acrónimo ICAB, es una Iglesia católica de carácter nacional, fundada por el Obispo Carlos Duarte Costa en 1945 en Brasil.
Duarte había sido consagrado como obispo católico romano de la diócesis de Botucatu (São Paulo), pero fue transferido por motivos administrativos y designado como obispo titular de Maura, una diócesis ya extinta en el Norte de África.
Carlos Duarte, siendo aún sacerdote católico romano, fue un duro crítico del régimen de Getúlio Vargas y de la amigable relación del Vaticano con los regímenes totalitarios. También predicaba contra el dogma de la infalibilidad Papal, a favor de una actitud más tolerante en cuanto al divorcio y por libertad para que los clérigos se pudieran casar.
En 1944 fue detenido, pero las presiones internacionales encabezadas por los Estados Unidos de América y por el Reino Unido lograron que el gobierno de Vargas lo liberase.
En 1945 el obispo Duarte denunció la Operación Odesa, organizada, según su denuncia, por el propio Vaticano, para permitir la fuga de oficiales nazis, consecuentemente, el Papa Pío XII lo excomulgó de la Iglesia Católica Apostólica Romana. Pero Duarte ignoró la excomunión y, el 6 de julio de 1945, en la ciudad de Río de Janeiro, fundó jurídicamente la Iglesia Católica Apostólica Brasileña. Semanas después, específicamente el 18 de agosto, lanzó su "Manifiesto a la Nación".
En 1949, el presidente Eurico Gaspar Dutra trató de limitar la acción de la ICAB y el caso fue a parar al Supremo Tribunal Federal, el cual resolvió a favor de garantizar la libertad religiosa y la legalidad de la ICAB.
Varios fueron los sacerdotes y obispos ordenados por Carlos Duarte Costa durante su mandato en la iglesia, tanto en el Brasil como en el extranjero.
Después de la muerte de Carlos Duarte en 1961, surgieron varias disputas que llevaron al surgimiento de disidencias.
Según sus partidarios, la Iglesia Católica Apostólica Brasileña habría sido la primera iglesia de ese país en:
  • Abolir el uso de la sotana fuera de los cultos, actos litúrgicos y misas. Es decir, que fuera de las misas los sacerdotes debían usar vestimenta civil.
  • Abolir el latín de los cultos, actos litúrgicos y misas, pasando al uso de las lenguas vernáculas (en este caso portugués).
  • Bautizar hijos de madres solteras y/o de padres separados (en esa época no existía el divorcio) y/o de padres no casados ni en lo religioso ni en lo civil.
  • Administrar el santo sacramento del matrimonio a las personas separadas y, posteriormente, también a los divorciados.
  • Abolir el celibato clerical, esto es, permitir el matrimonio de sacerdotes y obispos.
Todo esto en su época, habría sido considerado una verdadera locura por parte del mundo católico (eso señalan los partidarios de la ICAB). Pero, años más tarde (1962/1965) la misma Iglesia Católica Romana que tachó de locas e insanas las medidas de Duarte, pasó a adoptar algunos de los mismos cambios, específicamente, la abolición de la sotana fuera de las misas, y la abolición del latín en las mismas.
Otra particularidad de la ICAB es que no exige el desarrollo de cursos para poder acceder a sus bautismos, confirmaciones o casamientos. Los administradores de estos sacramentos hacen una predicación con respecto a la importancia del acto sacramental poco antes de administrarlos y luego, formalizan el rito de acuerdo con la materia, forma e intención del mismo.
La ICAB lidera la Comunión Mundial de Iglesias Católicas Apostólicas, junto a otras trece Iglesias. Tienen a nivel mundial una membresía aproximada de cuatro millones de fieles. Las cuales reconocen como líder al Patriarca Su Beatitud DOM Luis Fernando Castillo Méndez.






viernes, 25 de mayo de 2012

Iglesia católica americana en los Estados Unidos

La Iglesia Católica americana en los Estados Unidos (ACCUS: American Catholic Church in the United States) es una pequeña iglesia católica independiente que se formó en 1999, cuya denominación proviene de las Antiguas Iglesias Católicas. La ACCUS tiene algunas creencias teológicas y prácticas similares a la Iglesia Católica Romana. No está en comunión con la Iglesia Católica Romana o bajo la jurisdicción papal. Su página web dice: "La ACCUS y sus jurisdicciones en todo el mundo no están bajo la jurisdicción de la Iglesia Católica Romana y, por lo tanto, no están sujetas a las mismas reglas y regulaciones."

Esta iglesia pertenece a la familia de las Antiguas Iglesias Católicas, de las cuales deriva su pretensión a la sucesión apostólica. Está en comunión con algunas de ellas y la anglicana / episcopal.
La Iglesia Católica americana en los Estados Unidos comparte algunas de las enseñanzas teológicas y morales con la Iglesia Católica Romana, sin embargo, hay diferencias importantes. La ACCUS es una iglesia postconciliar, que enseña que no establecer juicios morales tiene prioridad con respecto a las cuestiones más difíciles. La ACCUS pretende rechazar lo que considera "pronunciamientos legalistas morales" con respecto a estas cuestiones, sosteniendo que la fe en Cristo Jesús, junto con una conciencia informada y culta, moldeada en los principios evangélicos de la verdad, la justicia, la compasión y el amor, debe ser la máxima fuerza motivadora en la vida.
La ACCUS no exige a sus sacerdotes, diáconos, obispos o clérigos o miembros religiosos ser célibes. Los miembros del clero pueden contraer matrimonio, tener pareja de hecho, estar divorciados o ser viudos. La ACCUS también permite la ordenación de mujeres. Asimismo, no discrimina sobre la base del género, orientación sexual, raza, edad, estado civil o las afiliaciones religiosas anteriores.
Todos los miembros del clero están obligados a ganarse la vida mediante un empleo fuera de la iglesia. Los clérigos tienen prohibido recibir un pago por los servicios sacramentales que realizan, sin embargo, están autorizados a recibir donativos y ofrendas monetarias, siempre y cuando no sugieran una cantidad determinada.

La ACCUS fue fundada por el Reverendo Lawrence J. Harms, el 23 de mayo de 1999, un año después de su consagración como obispo. La iglesia nacional e internacional tiene su sede en Frederick, Maryland. Harms presidió la iglesia como arzobispo hasta el 26 de abril 2012, cuando renunció. Harms murió dos días después.
La Iglesia Católica americana en los Estados Unidos celebra los siete sacramentos: Bautismo, Primera Comunión, Reconciliación, Confirmación, Matrimonio, Orden Sacerdotal y Unción de los enfermos. Afirma que se adhiere a "la doctrina esencial católica y la práctica tal como se expresa o está implícita en las declaraciones del Concilio Vaticano II, y a la luz del mejor pensamiento contemporáneo". Asimismo, "rechaza las barreras artificiales a la recepción de los Sacramentos basadas en el estado civil, la sexualidad o la orientación sexual ".
Clérigos ordenados de la ACCUS pueden casarse o unirse en una unión gay o lesbiana.
El actual arzobispo es William A. Johnson.





miércoles, 23 de mayo de 2012

Iglesia católica apostólica

La Iglesia Católica Apostólica es una iglesia autónoma, con sede en Filipinas, que pretende remontar su fe y culto a la Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia que Jesucristo y sus Apóstoles establecieron. La Iglesia cree en la doctrina trinitaria, que indica que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres personas en un solo ser. La Iglesia reza por la unidad de la Iglesia Católica Romana y la Iglesia ortodoxa, pero es considerada como cismática por la Iglesia Católica Romana. 
Se trata de una iglesia conservadora que exige requisitos en la vestimenta de hombres y mujeres, especialmente durante el sacrificio de la Santa Misa. Las mujeres usan velos y vestidos decentes, mientras que los hombres usan camisa blanca y pantalón, pero sobre todo sotanas blancas. La vestimenta considerada vulgar por los adherentes a la Iglesia está estrictamente prohibida. Esta antigua tradición de la Iglesia se retiró después del Concilio Vaticano II por la Iglesia Católica Romana, pero se conserva  por la Iglesia Católica Apostólica para mostrar su orientación. Miembros de la Iglesia son también conocidos por su disciplina y piedad; a los jóvenes no se les permiten las relaciones íntimas entre sí. Los adultos tienen prohibidos el alcohol y los cigarrillos. La Iglesia Católica Apostólica es una iglesia autocéfala: a pesar de que sigue gran parte de la doctrina católica y la teología, no está en comunión con la Iglesia de Roma, sino que tiene su propio líder, el Patriarca John Florentine L. Teruel, y no reconoce la autoridad del Papa como cabeza de la Iglesia Católica.
La Iglesia Católica Apostólica  fue fundada en 1992 por John L. Florentine Teruel. Su madre, la matriarca  María Virginia Peñaflor Leonzón, se convirtió en su fundadora honoraria. La iglesia tiene su sede en Sacrifice Valley, en Hermosa, Bataan (Filipinas). Cuenta con dos santuarios principales: uno es la Catedral de la Santísima Trinidad en Sacrifice Valley y el otro es el Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Roca, en Quezon City, con la primera como la catedral principal. La iglesia fue registrada en la Philippines Securities and Exchange Commission (SEC) el 4 de agosto de 1992.



martes, 22 de mayo de 2012

Iglesia católica bizantina ítalo-albanesa

La Iglesia católica ítalo-albanesa es una de las iglesias católicas de rito oriental en plena comunión con la Iglesia Católica Apostólica Romana.
LENGUAS LITÚRGICAS: Griego, Italiano.

En algunas partes del sur de Italia, una forma del lenguaje griego se conserva aún, en particular cerca de Tarento y en Calabria, remanentes de una situación que fue alguna vez muy extendida, especialmente en Sicilia, que fue casi enteramente griega cuando, en el año 831, los árabes comenzaron su conquista de la isla. Sin embargo, los católicos ítalo-albaneses trazan sus orígenes a los albaneses que huyeron de las invasiones otomanas, particularmente después de la muerte de Skanderbeg en el año1468.
No todos esos albaneses eran del rito bizantino, ya que en el norte de Albania eran principalmente del rito latino. De los emigrados de rito bizantino, algunos eran ya católicos, por ejemplo los de la Iglesia de San Vito en Piana degli Albanesi y otros poco después aceptaron la autoridad de los obispos locales de rito latino. Su presencia atrajo también a los remanentes de las comunidades greco parlantes y algunos otros que huyeron de Grecia debido a la conquista turca. En el año 1595, el papa Clemente VIII promulgó una Instrucción para guiar a los obispos de rito latino que tuvieran católicos griegos en sus diócesis y el papa Benedicto XIV revisó estas Instrucciones completamente en el año 1742, proveyendo a los ítalo-griegos y a los ítalo-albaneses con un pequeño código de leyes canónigas. Escuelas y seminarios para ellos fueron fundados en el siglo XVIII.
El siglo XX vio la fundación en el año 1919 de la eparquía de Lungro en Calabria, que sirve a los albaneses de rito bizantino en la península italiana y en el año 1937 de la eparquía de Piana degli Albanesi para los de Sicilia. La primera tiene, para sus 32.800 fieles, 29 parroquias, dos de la cuales son de rito latino. Algunas de las 15 parroquias sujetas a la eparquía de Piana degli Albanesi son también de rito latino. Esta eparquía tiene 28.500 fieles.
Un mes antes de la fundación de la eparquía de Piana degli Albanesi en el año 1937, al monasterio de rito bizantino de Santa Maria di Grottaferrata, cerca de Roma, le fue dado el estatus de una abadía territorial, separándola de la jurisdicción del obispo local. El abad ejerce jurisdicción sobre los monjes y fieles locales de forma similar a un obispo diocesano.
Este monasterio italiano de rito bizantino es el único remanente de la una vez floreciente tradición monástica ítalo-griega. Fue fundado en el año 1004 por San Nilus de Rossano, un monje griego proveniente de Calabria y ha continuado en operación desde entonces. Es el único de los monasterios ítalo-griegos que ha sobrevivido. La mayoría de ellos gradualmente cayó en decadencia y su final ocurrió cuando el Reino de Italia secularizó las órdenes religiosas en el año 1866. Sólo al monasterio de Grottaferrata, considerado un monumento nacional, le fue permitido continuar, con los monjes como sus guardianes. Con el tiempo las autoridades civiles le han permitido aumentar su independencia.
En el año 1880 la Santa Sede ordenó que la liturgia del monasterio sea purgada de los elementos latinos que fueron introducidos a lo largo de los siglos. Las vocaciones no surgen ya de la población general italiana, sino que generalmente salen de los ítalo-albaneses y de los monjes de los nuevos monasterios en Sicilia y Calabria.
Las eparquías no están organizadas como una provincia eclesiástica, y permanecen de igual rango una con otra, sujetas directamente a la Santa Sede.



 



domingo, 20 de mayo de 2012

Iglesia greco-católica ucraniana






La Iglesia greco-católica ucraniana (en ucraniano Українська греко-католицька церква) es la más numerosa de las Iglesias orientales católicas autónomas en plena comunión, sui iuris, con la Santa Sede de la Iglesia católica. Se separó de la obediencia romana en 1054, tras el cisma de Constantinopla, pero fue readmitida en 1652. El primado de esta Iglesia, en unión con el papa, recae en el llamado Arzobispo Mayor de Kiev-Halych y toda Rusia, aunque la jerarquía ucraniana ha solicitado que sea elevado a patriarca.

Esta Iglesia se encuentra geográficamente muy dispersa, teniendo 40 eparquías en una docena de países de cuatro continentes, incluyendo otros tres metropolitanos en Polonia, Estados Unidos y Canadá.
Sus lenguas litúrgicas habituales son el llamado eslavo eclesiástico antiguo y el ucraniano.
Al caer en el siglo XVIII la mayor parte de los territorios de Ucrania estaba bajo el dominio de los zares de Moscú, éstos iniciaron una sistemática persecución al cristianismo ucraniano católico. Solamente la parte occidental de Ucrania, con Lviv como capital, que permaneció bajo Austria y después bajo Polonia, pudo conservar la comunión eclesial con Roma. Esta Iglesia prosperó bajo el carismático liderazgo del metropolita Andrés Sheptytsky, que fue arzobispo de Lviv desde 1900 a 1944.
A medida que la Rusia ortodoxa expandía su control sobre Ucrania, la unión fue gradualmente suprimida. En 1839, el zar Nicolás I de Rusia abolió la unión en todo el territorio ruso. De este modo, hacia finales del siglo XIX los greco-católicos casi habían desaparecido.

Al comenzar la Segunda Guerra Mundial la mayor parte de Galitzia fue anexada a la Unión Soviética. La nueva administración comunista actuó decisivamente para exterminar a la Iglesia greco-católica de Ucrania: en abril de 1945 todos sus obispos fueron arrestados y sentenciados a trabajos forzados. El metropolita Joseph Slipyj, cabeza de la Iglesia, fue enviado a prisión en Siberia. No fue puesto en libertad hasta 1963, para ser enviado exiliado a Roma. En ese mismo año le fue dado el título de Arzobispo Mayor de los Ucranianos de Lviv, y en 1965 fue creado cardenal. Murió en 1984.
En 1989, acercándose la caída del comunismo, a los greco-católicos ucranianos se les concedió el derecho de registrarse ante el Gobierno. Con el apoyo de las autoridades locales, los ucranianos católicos gradualmente tomaron posesión de sus antiguas parroquias. Todo esto fue el preludio de un fuerte resurgimiento del catolicismo en la región.
En 1991 el cardenal Myroslav Iván Lubachivsky, exiliado jefe de la Iglesia ucraniana, fue habilitado a salir de Roma y tomar residencia en Lviv. En 1992, los obispos greco-católicos ucranianos de todo el mundo fueron convocados para un sínodo en la misma ciudad por primera vez en varias décadas, y ese mismo año los restos del cardenal Joseph Slipyj fueron trasladados desde Roma a Lviv, donde fueron sepultados cerca del metropolita Andrés Sheptytsky. En julio de 1993 se crearon cuatro diócesis nuevas.

Después del restablecimiento de esta Iglesia en Ucrania, el sínodo de obispos se reúne regularmente. El Primer Concilio General de los Ucranianos greco-católicos se celebró en Lviv en octubre de 1996. Debido a la mala salud del cardenal Lubaschivsky, monseñor Lubomyr Húsar fue nombrado Administrador de la Iglesia ucraniana greco-católica.
El 14 de diciembre del año 2000 murió el cardenal Lubaschivsky y fue nombrado como su sucesor Lubomyr Húsar, quien fue después nombrado cardenal.
En junio del 2001, el papa Juan Pablo II realizó una visita pastoral a Ucrania por invitación del presidente y los obispos greco-católicos y latinos. Los sitios principales de la visita fueron Kiev, la capital nacional, y Lviv. En su visita a Ucrania, el Papa celebró la beatificación de 27 mártires y 3 siervos de Dios y bendijo de la nueva Universidad Católica de Ucrania.
En la actualidad, esta Iglesia cuenta con 3.240 comunidades parroquiales, 78 monasterios, 755 escuelas dominicales, 12 instituciones educativas, 2721 iglesias (y se están construyendo otras 306), 16 obispos, 1976 sacerdotes, 590 monjes, 729 monjas y 1.298 seminaristas.



miércoles, 16 de mayo de 2012

Iglesia católica siro-malankara

La Iglesia católica siro-malankara es una de las Iglesias católicas orientales autónomas en plena comunión, sui iuris, con la Iglesia católica. Relacionada históricamente con la Iglesia católica siria, es uno de los muchos grupos que tradicionalmente afirman haber sido fundados por el apóstol Santo Tomás en su viaje a la India, alrededor del año 52. Se separaron de la comunión con la Santa Sede en 1663 y fueron readmitidos en 1930. Sus lenguajes litúrgicos habituales son el siríaco y el malabar.
Esta Iglesia cuenta con cerca de 450.000 fieles, mayormente viviendo en las 8 eparquías de la India, donde están servidos por 632 sacerdotes. La comunidad siro-malankara, centrada primariamente en el occidente del estado de Kerala, tenía en el año 2006 más de 600 seminaristas, y más de 2.000 mujeres religiosas en 17 congregaciones diferentes.
El principal jerarca de esta Iglesia lleva los títulos de Sucesor de la Sede Apostólica de Santo Tomás en la India, Metropolitano Malankara, Arzobispo Mayor-Catolicós de la Iglesia católica siro-malankara, y Arzobispo Mayor de Trivandrum. El catolicós tiene toda las prerrogativas de un patriarca, tiene autoridad para convocar al sínodo de la Iglesia, nombrar nuevos obispos, erigir nuevas eparquías, cambiar sus límites, y transferir obispos de una sede a otra. El arzobispo mayor es elegido por el Sínodo de la Iglesia, pero debe ser confirmado por el papa antes de ser entronizado. El territorio propio de la Iglesia, bajo jurisdicción del arzobispo mayor, comprende el Estado de Kerala y parte de los estados de Karnataka y Tamil Nadu.
El actual Arzobispo Mayor de Trivandrum es Moran Mor Baselios Cleemis (2007)


martes, 15 de mayo de 2012

Iglesia católica siro-malabar

La Iglesia siro-malabar es una Iglesia católica oriental arzobispal mayor, sui iuris, en comunión con la Santa Sede. Es la segunda Iglesia católica oriental por número de fieles, alrededor de 3,7 millones. Hoy en día es la mayor comunidad de los antiguos cristianos de Santo Tomás en la India.
Está presidida por el Arzobispo Mayor de Ernakulam-Angamaly, en la actualidad George Alencherry.

Según la tradición, la Iglesia fue fundada por el apóstol Santo Tomás y es también conocida como cristianos de Santo Tomás. En el siglo IV, un establecimiento de judíos cristianos fue fundado en Kottayam al sur de la India por Thomas Kanai bajo la jurisdicción de los católicos de la Iglesia Asiria de Oriente.
Esta Iglesia de la India estaba en comunión y dependía de la Iglesia del Imperio persa (mal llamada nestoriana), es decir la Iglesia del Oriente.
La mayoría de los historiadores occidentales están de acuerdo con la opinión de que el controvertido Sínodo de Diamper (1599) unió por la fuerza a la Iglesia Siro-Malabar a la Iglesia Católica.
Está claro que después del arribo de los portugueses hubo significativas tensiones respecto al nombramiento de autoridades portuguesas y persecución de los cristianos de Santo Tomás. Comenzó la latinización de la iglesia.
En 1934 el papa Pío XI inició un proceso de reformas litúrgicas que debería restaurar la naturaleza oriental del pesadamente latinizado rito siro-malabar. Una liturgia eucarística, tomada de las fuentes originales sirio orientales fue aprobada por Pío XII en 1957 e introducida en 1962. Ha habido una fuerte resistencia a esta reforma y la mayoría de las diócesis siro-malabares continúan usando un rito que es casi indistinguible de la misa latina. En 1998 el papa Juan Pablo II dio a los obispos siro-malabares autoridad en materia litúrgica en un esfuerzo para facilitar la resolución de las disputas.
Actualmente la divina liturgia de Addai y Mari es celebrada en malayalam, la lengua nativa de Kerala.

  


lunes, 14 de mayo de 2012

Iglesia católica siria

La Iglesia Católica Siria o Siriana es una de las iglesias orientales católicas autónomas que se separaron de la comunión con Roma tras el Concilio de Calcedonia, en el año 451 y posteriormente solicitaron el reingreso. Pertenece plenamente a la Iglesia Católica Apostólica Romana desde 1656. Sus lenguas litúrgicas oficiales son el siríaco y el árabe.
Es una de las iglesias que siguen el rito antioqueno, junto a la Iglesia Católica Maronita y la Siro-Malankara.
Su patriarca, con el título de Patriarca de Antioquía y todo Oriente de los sirios reside en Beirut. Actualmente es Su Beatitud Ignacio José III Younan, desde el 20 de enero de 2009.

Durante las Cruzadas hubo muchos ejemplos de buenas relaciones entre obispos católicos y sirios ortodoxos. Algunos de esos obispos eran favorables a una unión con la sede de Roma, pero no se llegó a ningún resultado concreto. Hubo también un decreto de unión entre los sirios ortodoxos y los católicos romanos en el Concilio de Florencia el 30 de noviembre de 1444, pero tampoco surtió efecto.
Misioneros jesuitas y capuchinos comenzaron a trabajar entre los fieles sirios ortodoxos en Alepo en 1626. Muchos de ellos fueron recibidos en comunión con Roma en 1662, cuando el patriarcado quedó vacante y el partido pro-católico eligió a uno de los suyos, Andrés Akhidjan, como Patriarca. Esto provocó una división en la comunidad, y después de la muerte de Akhidjan en 1677 dos patriarcas opuestos fueron elegidos, un tío y un sobrino, representando a los dos partidos. Cuando el patriarca católico murió en 1702, la breve línea de patriarcas católicos sirios llegó a su fin.
El gobierno otomano apoyó a los ortodoxos sirios en contra de los católicos sirios y estos sufrieron persecuciones a lo largo del siglo XVIII. Hubo largos períodos sin obispos católicos sirios en funciones y la comunidad fue forzada a la clandestinidad.
En 1782 el Santo Sínodo Ortodoxo Sirio eligió al metropolitano Miguel Jarweh de Alepo como Patriarca, poco después que él fue entronizado se declaró católico, refugiándose en el Líbano y construyendo monasterio de Nuestra Señora de Sharfeh. Después de Miguel de Alepo hubo una ruptura en la sucesión de patriarcas católicos sirios.
En 1829 el gobierno turco dio reconocimiento legal a la Iglesia Católica Siria y la residencia del Patriarca fue establecida en Alepo en 1831, reasumiendo la actividad misionera católica. Debido a que la comunidad cristiana en Alepo ha sido severamente perseguida, el Patriarcado fue movido a Mardin (ahora en el sudeste de Turquía) en 1850.
La expansión de los católicos sirios a expensas de los sirios ortodoxos finalizó por las persecuciones y masacres que tuvieron lugar durante la Primera Guerra Mundial. Más de la mitad de los 75.000 católicos sirios fue masacrada. A principios de la década de 1920 la residencia patriarcal fue movida a Beirut a donde muchos católicos sirios huyeron.