miércoles, 28 de septiembre de 2016

Biblia del oso


La Biblia, que es, los sacros libros del Viejo y Nuevo Testamento. Trasladada en español., más conocida como Biblia del oso es una de las primeras traducciones de la Biblia al español. Su traductor fue Casiodoro de Reina, un religioso jerónimo español convertido al protestantismo. Es llamada Biblia del oso por la ilustración en su portada de un oso que intenta alcanzar un panal de miel colgado de un árbol.

Casiodoro de Reina trabajó durante doce años en su preparación. Se publicó en Basilea, Suiza, el 28 de septiembre de 1565. Se colocó una ilustración de un oso, logotipo del impresor bávaro Mattias Apiarius, para evitar el uso de íconos religiosos, ya que en aquel tiempo estaba prohibida cualquier traducción de la Biblia a lenguas vernáculas.

Casiodoro de Reina señaló en la “Amonestación del intérprete de los sacros libros al lector” que usó como base textual para el Antiguo Testamento el texto masorético hebreo, la Veteris et Novi Testamenti nova translatio (traducción de la Biblia desde el hebreo al latín) de Sanctes Pagnino y la Biblia de Ferrara. Reina empleó la Veteris et Novi Testamenti nova translatio porque “al voto de todos los doctos en la lengua hebraica es tenida por la más pura que hasta ahora hay”. Reina tuvo a la mano la Biblia de Ferrara porque ella daba “la natural y primera significación de los vocablos hebreos y las diferencias de los tiempos de los verbos”. En cambio, Reina declaró haber seguido poco la Vulgata por los yerros que según él tenía. Para la traducción del Nuevo Testamento, Reina se basó en el Textus Receptus.
La Biblia del Oso posee los libros deuterocanónicos. Estaban agrupados junto a los demás libros del Antiguo Testamento, de acuerdo al modelo de la Vulgata.

La versión de Reina es la primera traducción de la Biblia completa en español teniendo como base textual manuscritos en hebreo y griego. Traducciones anteriores de la Biblia completa al español, como la Biblia prealfonsina y la Biblia alfonsina, fueron traducidas desde textos en latín.
La Biblia del Oso refleja la belleza literaria del llamado Siglo de Oro de la literatura castellana. En Historia de los heterodoxos españoles, el erudito católico Marcelino Menéndez Pelayo alabó desde un punto de vista literario a la Biblia del oso, a la que consideró estar mejor escrita que las versiones católicas de Felipe Scío de San Miguel (1793) y Félix Torres Amat (1825).
Cipriano de Valera sacó en 1602 una revisión de la Biblia del oso llamada Biblia del cántaro. El texto de Valera sirvió de base para las revisiones publicadas por las Sociedades Bíblicas Unidas desde 1865 con el nombre de Reina-Valera.

jueves, 4 de agosto de 2016

Codex Ephraemi Rescriptus (s. V)


El Codex Ephraemi Rescriptus conocido también por Códice Ephraemi Syri Rescriptus (París, Biblioteca Nacional de Francia, Gr. 9; Gregory-Aland no. C o 04) es un manuscrito uncial del siglo V, junto con los códices vaticanus, alexandrinus y sinaiticus, forma el grupo de los cuatro manuscritos unciales de la Biblia Griega.

Este códice recibe su nombre de los tratados, 38 sermones, de San Efrén el Sirio (traducido al griego) que se sobreescribieron (rescriptus) al texto original durante el siglo XII, eliminando parcialmente la escritura anterior, lo que formó un documento palimpsesto.
Son un total de 209 hojas de 33 x 27 cm (otras fuentes señalan 30 cm x 25 cm1 ). El texto está escrito en una sola columna, con entre 40 y 46 líneas por columna.
Se cree que originalmente el códice se trataba de una Biblia completa, aunque hasta nuestros días solo sobreviven únicamente 64 hojas del Antiguo Testamento, escrituras hebreas, (parte del Eclesiastés y el libro de la Sabiduría, algunos fragmentos de los Proverbios y los Cánticos) y 145 hojas del Nuevo Testamento, escrituras griegas, pero sin encontrarse ningún libro completo. Es interesante mencionar que los textos del Nuevo Testamento están muy mezclados; parece que el escriba copió los textos de diferentes manuscritos, estando en algunas partes de acuerdo con el estilo alejandrino y más frecuentemente con el estilo Sirio. Tras la caída de Constantinopla, el manuscrito fue llevado a Florencia, donde Catalina de Médicis lo tomó, llevándolo a París, donde posteriormente pasó a formar parte de la colección de la Biblioteca Nacional de Francia.

En el siglo XVII se descubrió que debajo de los sermones de Efrén de Siria había una escritura bíblica. El descifrado fue una tarea difícil al añadirse al hecho de que los textos estaba superpuestos que la tinta del original era muy tenue y las hojas estaban en mal estado. Se llegaron a utilizar métodos químicos para hacer que destacara la tinta original pero los resultados fueron escasos.
Ya en el siglo XIX, a principios de 1840 el lingüista alemán Konstantin von Tischendorf logró descifrar el códice después de 2 años de trabajo. Se basó en el tipo de letra que se usaba en la escritura griega uncial que era el uso de letras mayúsculas sin unión alguna y aprovechando que el texto original destacaba cuando las hojas eran puestas al contraluz.
En 1843 Tischendorf publicó una parte de los textos descifrados y dos años más tarde, en 1845, el resto.

lunes, 27 de junio de 2016

Codex Alexandrinus (s. V)


El Códice Alejandrino (Codex Alexandrinus) es un manuscrito del siglo V de la Biblia Griega, conteniendo la mayor parte de la Septuaginta y del Nuevo Testamento. Junto con el Codex Sinaiticus y el Codex Vaticanus, es uno de los primeros y más completos manuscritos de la Biblia. Deriva su nombre de la ciudad de Alejandría, donde se cree que fue hecho. En 1627 el patriarca de Constantinopla, Cirilo Lukaris, quien fue previamente patriarca de Alejandría, presentó el Codex a Carlos I de Inglaterra.
Está escrito con letras correspondientes a la llamada caligrafía uncial. El texto está escrito en dos columnas. Hay entre 46 y 52 líneas por columna y 20 a 25 letras por línea. Las líneas iniciales de cada libro fueron escritas en tinta roja. Secciones en el libro están marcadas con una letra más grande puestas en el margen.
Hay 773 folios de pergamino (630 en el Antiguo Testamento y 143 en el Nuevo Testamento). El manuscrito mide 32 por 26.42 centímetros. La mayoría de los folios fueron agrupados originalmente en fojas de 8 hojas cada uno, pero el manuscrito fue reagrupado en tiempos modernos en fojas de 6 hojas cada uno.
El Antiguo Testamento del manuscrito contiene los libros deuterocanónicos, incluyendo III Macabeos, IV Macabeos, y el salmo 151 (una copia corta del Libro de los Salmos). Al mismo tiempo, algunos folios están perdidos. Como resultado, los libros de Génesis, I Reyes y Salmos tienen saltos. La "Epístola a Marcelino" atribuida a san Atanasio y el sumario de los Salmos de Eusebio de Cesarea están insertados antes del Libro de los Salmos.
El manuscrito contiene todos los libros del Nuevo Testamento. Una carta conocida como I Clemente y la homilía conocida como II Clemente son añadidas al Nuevo Testamento, y fueron, aparentemente, consideradas por el escriba como canónicas. El Nuevo Testamento también tiene folios perdidos. Alrededor de 25 folios desde el principio de Mateo, 2 folios de Juan, y 3 folios de II Corintios están perdidos. Un folio de I Clemente y dos folios de II Clemente también están perdidos.

martes, 31 de mayo de 2016

Codex Vaticanus (s. IV)


El Codex Vaticanus (Bibl. Vat., Vat. gr. 1209; Gregory-Aland no. B/03) es uno de los más antiguos manuscritos conservados de la Biblia, ligeramente anterior al Codex Sinaiticus, y probablemente copiado, como aquél, durante el siglo IV. Está escrito en griego, en pergamino, con letras unciales en formato scriptio continua, y se conserva en la Biblioteca Vaticana. Se llama Códice Vaticano, como es evidente, por el lugar en que se conserva, aunque nadie sabe cómo llegó ahí.

Contenía originalmente una copia completa de la Biblia de los Setenta y del Nuevo Testamento, pero las páginas 1519 - 1536 (desde Hebreos 9,14 hasta el Apocalipsis) se perdieron y fueron reemplazadas por un minúsculo suplemento del siglo XV (No. 1957). Consta de 759 hojas. Faltan una parte importante del Génesis y algunos Salmos. El estilo de la escritura es sencillo y elegante. El pergamino es muy fino y delgado; posiblemente se realizó en piel de antílope. Se ha datado paleográficamente en el siglo IV.
El texto griego de este códice es una representación del tipo textual alejandrino. Kurt Aland lo ubicó en la Categoría I.

El manuscrito ha estado en la Biblioteca Vaticana (fundada por el Papa Nicolás V en 1448) desde que se tiene noticia de él, y aparece en el catálogo más antiguo de la biblioteca, elaborado en 1475.
Su historia anterior es desconocida, pero se ha especulado que pudo haber pertenecido al cardenal bizantino Bessarion, ya que el suplemento minúsculo contiene un texto similar al de los manuscritos de Bessarion. El paleógrafo del Museo Británico T.C. Skeat, ha afirmado que el Codex Vaticanus fue una de las 50 biblias que el emperador Constantino I le encargó escribir a Eusebio de Cesarea. Sin embargo, otros autores se oponen a esta hipótesis, ya que consideran que los manuscritos de Constantino eran del tipo textual bizantino y no alejandrino, lo que eliminaría dicha posibilidad.

Desde principios del siglo XVI, los eruditos reconocieron la importancia de este manuscrito en lengua griega. En 1669, la Biblioteca Vaticana preparó una comparación de porciones del códice. Durante los siguientes 150 años no se sabe nada del manuscrito, que cayó en el olvido. En 1809, Napoleón, se apoderó de Roma y se llevó el códice a París, donde sería examinado por el erudito Leonhard Hug. Al caer Napoleón, en 1815, el códice fue devuelto a Roma.
Durante aproximadamente 75 años no se sabe nada. Pero, cuando se revela al mundo el Codex Sinaiticus a finales del siglo XIX, la Iglesia permitió que fuera conocido a nivel mundial (se hicieron fotografías del mismo).

El Codex Vaticanus es uno de los manuscritos de más importancia para la crítica textual y es uno de los ejemplos más destacados del tipo textual alejandrino. Fue ampliamente utilizado por Brooke Foss Westcott y Fenton John Anthony Hort para su edición del Nuevo Testamento griego de 1881.
El manuscrito contiene misteriosas diéresis (en alemán: umlaut) en los márgenes del Nuevo Testamento, lo que parece indicar posiciones de variantes textuales. La fecha de estos signos es objeto de discusión entre los expertos.

martes, 17 de mayo de 2016

Codex Sinaiticus (s. IV)


El Códice Sinaítico o Codex Sinaiticus (Londres, Biblioteca Británica, Add. 43725; Gregory-Aland n.º א (Aleph) o 01) es un manuscrito uncial del siglo IV de la versión griega de la Biblia, escrito en scriptio continua entre los años 330 y 350. Originalmente contenía la totalidad de ambos Testamentos, pero solo han llegado hasta nuestros días trozos de la Septuaginta, la totalidad del Nuevo Testamento, la Epístola de Bernabé y fragmentos de El Pastor de Hermas (lo que sugiere que estos últimos dos textos podrían haber sido considerados parte del canon bíblico por los editores del codex). Junto con el Codex Alexandrinus y el Codex Vaticanus, el Codex Sinaiticus es uno de los manuscritos de mayor valor para la crítica textual del Nuevo Testamento en su versión griega, al igual que la Septuaginta. En la mayor parte del Nuevo Testamento, el Codex Sinaiticus está de acuerdo con el Codex Vaticanus y con el Codex Ephraemi Rescriptus, confirmando un tipo de texto alejandrino; sin embargo, en Juan 1,1-8,38, muestra mayor coincidencia con el Codex Bezae (que tiene mayores similitudes con un tipo de texto occidental). Un ejemplo destacable de concordancia entre los textos del Sinaiticus y del Vaticanus es que ambos omiten la expresión «sin causa» en Mateo 5:22.

El codex consiste de un total de 346½ folios, escritos en cuatro columnas. De estos, 199 corresponden al Antiguo Testamento; y 147½, al Nuevo Testamento y a los otros dos libros, la Epístola de Bernabé y parte de El pastor de Hermas. Los libros del Nuevo Testamento están ordenados de la siguiente manera: los cuatro Evangelios, las Epístolas de Pablo, los Hechos de los Apóstoles, las Epístolas y el Apocalipsis.

Poco se sabe de su historia previa. Se especula que pudo haber sido escrito en Egipto y a veces se lo asocia con las 50 copias de las escrituras que fueran encargadas por el emperador romano Constantino luego de su conversión al Cristianismo.
Un estudio paleográfico realizado en el Museo Británico en 1938 descubrió que el texto había sufrido numerosas correcciones. Las primeras correcciones fueron realizadas por varios escribas antes de que el manuscrito saliera del scriptorium. Hacia el siglo VI o VII se realizaron numerosas alteraciones, el colofón al final del libro de Esdrás y Ester indica que la fuente de dichas alteraciones era «un manuscrito muy antiguo que había sido corregido por el santo mártir Pánfilo» (martirizado en 309). De ello se concluye, que ha estado en Cesarea Marítima en los siglos VI o VII.
Permanece sin corrección el iotacismo pervasivo, especialmente del diptongo ει.
El texto griego de este códice es una representación del tipo textual alejandrino. Kurt Aland lo ubicó en la Categoría I.

Las copias más antiguas del Nuevo Testamento completo son este Códice Sinaítico y el Códice Alejandrino de los siglos IV y V. El primero se considera anterior al año 397 en que tuvo lugar el Tercer Concilio de Cartago, que definió un canon del Nuevo Testamento. Actualmente se conocen numerosos papiros griegos del Nuevo Testamento que se preservaron en las arenas secas de Egipto. Los más antiguos probablemente hayan sido copiados alrededor del año 200.

Durante el primer viaje de Konstantin von Tischendorf en 1844 al Monasterio de Santa Catalina, al pie del Monte Sinaí en Egipto halla 43 hojas de pergamino conteniendo partes de Jeremías, Neemías, Crónicas y Ester, en un canasto con pedazos de manuscritos que, según relató Tischendorf, el bibliotecario le indicó «eran basura que debía ser destruida quemándola en los hornos del monasterio».

Tischendorf realiza su segunda expedición en 1853, la misma es infructuosa excepto por que no logra recuperar más que dos fragmentos del Libro del Génesis.

El Codex Sinaiticus le fue mostrado a Konstantin von Tischendorf en 1859 durante su tercer visita al Monasterio de Santa Catalina, al pie del Monte Sinaí en Egipto. Tischendorf había sido enviado por el zar Alejandro II de Rusia en busca de manuscritos, quién estaba convencido de que aún debía haber documentos esperando ser encontrados en el monasterio del Sinaí.
Por décadas, el codex estuvo guardado en la Biblioteca Nacional Rusa. En 1933, la Unión Soviética le vendió el codex a la Biblioteca Británica en la suma de 100.000 libras.
En mayo de 1975, durante tareas de restauración, los monjes del monasterio de Santa Catalina descubrieron un cuarto debajo de la capilla de San Jorge que contenía muchos trozos de pergamino. Entre estos trozos se encontraban doce páginas faltantes del Antiguo Testamento Sinaiticus.
El 1 de septiembre de 2009, el investigador griego Nikolas Sarris descubrió un fragmento no conocido del Codex en la biblioteca del monasterio de Santa Catalina. Corresponde al inicio del Libro de Josué.

El codex se encuentra dividido en cuatro trozos desiguales: 347 hojas en la Biblioteca Británica en Londres, 12 hojas y 14 fragmentos en el Monasterio Santa Catalina del Sinaí, 43 hojas en la Biblioteca de la Universidad de Leipzig, y fragmentos de 3 hojas en la Biblioteca Nacional Rusa de San Petersburgo.
Durante junio del 2005, se anunció el lanzamiento de un proyecto para producir una nueva edición digital del manuscrito, que cuenta con la colaboración de las cuatro bibliotecas. Este proyecto contempla el uso de tecnología de imágenes digitales e hiperespectrales que permitirá buscar posibles textos ocultos en los pergaminos producto de correcciones o texto perdido por la acción del paso del tiempo. Estas tareas se realizan en cooperación con la Biblioteca Británica. El sitio se hizo disponible al público con parte del códice en 2008. Hay comentarios en idiomas inglés, alemán, ruso y griego.

martes, 29 de marzo de 2016

Simeón el Estilita (c. 388-459)



Simeón el Mayor nació alrededor del 388 en Sisan, cerca de la frontera norte de Siria. Al principio de su vida se dedicó al pastoreo. Antes de cumplir dieciséis años entró a un monasterio y desde ese momento se dedicó a practicar una austeridad tan severa y extravagante a los ojos de sus hermanos de religión quienes pensaron- sabiamente quizás- que no estaba llamado a ningún tipo de vida comunitaria. Viéndose forzado a salir del monasterio, se encerró durante tres años en una choza en Tell-Neschin, donde por primera vez pasó toda la Cuaresma sin comer ni beber. Posteriormente eso se convirtió en un hábito para él. Y a esa práctica añadía la de estar de pie mientras sus piernas lo soportaran. Más tarde, fue capaz de mantenerse en esa posición sobre una columna y sin apoyo durante todo el período de ayuno.

Luego de tres años en la choza, Simeón buscó un promontorio rocoso en el desierto y se obligó a permanecer en un angosto espacio de menos de quince metros de diámetro. Pero turbas de peregrinos empezaron a viajar al desierto para pedirle consejos y oraciones, sin dejarle tiempo para sus devociones. Ello lo llevó a buscar una nueva forma de vida.

Simeón mandó levantar una columna con una pequeña plataforma en la parte más alta, y decidió pasar sobre ella el resto de su vida. Al principio, la columna no pasaba de los tres metros de alto, pero fue sustituida por otras, la última de las cuales estaba a más de 15 metros sobre el piso. Por más extravagante que haya sido ese estilo de vida, definitivamente causó un tremendo impacto en sus contemporáneos y la fama del asceta se extendió por toda Europa. En Roma se llegó a formar una gran colección de pinturas del Santo, hecho que el escritor moderno Holl cita como un factor de gran importancia en el desarrollo del culto a las imágenes. Pero aún desde la cima de sus columnas, nunca se alejó de la relación con sus hermanos humanos. Los visitantes podían subir utilizando una escalera que estaba siempre lista para recargarse contra la columna. Sabemos que escribió cartas, algunos de cuyos textos aún existen; instruyó discípulos y dirigió discursos a la gente que se congregaba a sus pies. Parece ser que había una pequeña balaustrada alrededor de la plataforma sobre la columna, sin embargo, nada cubría el sitio, y jamás se permitió usar Simón la comodidad de un techo. Durante sus primeros años sobre la columna, Simeón mandó erigir una estaca a la que se ataba durante la Cuaresma para obligarse a mantenerse erguido, pero después él mismo dejó esta práctica.

Grandes personajes, tales como el Emperador Teodosio y la Emperatriz Eudocia manifestaron enorme reverencia por el Santo y escucharon sus consejos; el Emperador León puso respetuosa atención a la carta que Simeón le dirigió a favor del Concilio de Calcedonia. En cierta ocasión, el santo enfermó y Teodosio le envió a tres obispos para que le suplicaran bajara de la columna y fuese atendido por los médicos. No aceptó y decidió dejar su curación en manos del Señor; en poco tiempo sanó. Luego de pasar treinta y seis años sobre la columna, Simón murió el viernes 2 de septiembre del 459. Antioquía y Constantinopla se disputaron sus restos mortales. Se le dio preferencia a Antioquía y en ella se depositaron la mayor parte de sus reliquias como protección de la ciudad, que no contaba con murallas. Las ruinas del amplio edificio levantado en su honor se conocen como Qal’at Sim’ân (la mansión de Simeón) y aún existen. Consiste en cuatro basílicas dentro de un patio octogonal, orientadas en dirección de los cuatro puntos cardinales. En el centro del patio se encuentra la columna de san Simón. Su festividad se conmemora el 5 de enero.

lunes, 14 de marzo de 2016

Menas de Alejandría (285-309)


San Menas de Alejandría, también llamado Minas, Mina, Mena, Mennas (Menfis, 285 - Abu Mena, 309) fue un mártir y taumaturgo cristiano, uno de los más conocidos santos de Egipto, debido a los muchos milagros que son atribuidos a su intercesión y oración. Fue un egipcio que se enroló en el ejército, y que estando en el mismo confesó a Cristo a pesar del edicto de persecución, por lo que fue martirizado en Karm Aba Mina, cerca de Alejandría, a comienzos del siglo IV. Es conocido como uno de los Padres del yermo. Su fiesta se celebra el (24 de noviembre) en la Iglesia ortodoxa copta y el 11 de noviembre en las iglesias católica y ortodoxa.
Mena era su nombre original, y de acuerdo con la historia, su madre lo llamó así porque oyó una voz diciendo «Amén». Menas (Μηνάς) es una variante griega del nombre, mientras que en árabe se le conoce como Mina (مينا).

Menas nació en la antigua Alejandría, hoy Egipto en el año 285 AD, en la ciudad de Niceous (o Nakiyos Nikiu), que se encuentra en las cercanías de Menfis. Sus padres fueron ascetas, pero no tuvieron hijos por un largo tiempo. Su padre era Eudoxio y el nombre de su madre era Eufemia. En la fiesta de la Virgen María, Eufemia estaba orando delante de un icono de Santa María, pidiéndole con lágrimas que intercedioera ante Dios para que la bendijera con un hijo. Un sonido llegó desde el icono, diciendo «Amén». Unos meses más tarde, Eufemia dio a luz a un niño y, recordando ese día, lo nombró «Menas».
Eudoxio, quien era gobernante de una de las divisiones administrativas de Egipto, murió cuando Menas tenía catorce años. A la edad de quince Menas se unió al ejército romano, y se le dio un puesto más alto debido a la reputación de su padre. Su nombramiento fue en Argelia. Tres años más tarde abandonó el ejército deseoso de dedicar su vida entera a Cristo. Se dirigió hacia el desierto para vivir una vida diferente.
Después de pasar cinco años como un ermitaño, Menas vio en una revelación a los ángeles coronando a los mártires con coronas de gloria, y experimentó el deseo unírseles. Mientras estaba pensando en eso, oyó una voz que decía: «Bienaventurado eres Menas, ya que has sido llamado a la vida piadosa desde tu niñez. Se te concederán tres coronas inmortales: una por el celibato, otra por tu ascetismo y una tercera a causa del martirio.» Menas posteriormente se apresuró a bajar al poblado vecino, donde se celebraba una fiesta en honor de sus dioses paganos, declarando su fe cristiana. La valentía con que encaró las torturas que sufrió a consecuencia de ello, atrajo a muchos de los presentes no solo a la fe de Cristo, sino al martirio.

Los soldados que ejecutaron a Menas pusieron su cuerpo al fuego durante tres días, pero el cuerpo se mantuvo incólume. La hermana de Menas sobornó a los soldados y logró llevarse el cuerpo. Ella se embarcó en un barco rumbo a Alejandría, donde quedó el cuerpo del santo en una iglesia.
El momento de la persecución terminó, durante el papado de San Atanasio de Alejandría, y un ángel se apareció al Papa y le ordenó que el cuerpo de Menas fuera colocado en un camello dejado enfilado hacia el desierto líbico. En cierto lugar cerca de un pozo de agua al final del Lago Mariout, no lejos de Alejandría, el camello se detuvo y no hubo modo de moverlo. Los cristianos pensaron que se trataba de una señal de Dios y enterraron allí el cuerpo de Menas.
Los bereberes de la Pentápolis libia se levantaron contra las ciudades alrededor de Alejandría. A medida que la gente se preparaba para hacerles frente, el gobernador romano decidió tomar en secreto el cuerpo de San Menas como reliquia para defensa del pueblo. A través de las bendiciones del santo, el gobernador regresó victorioso. Sin embargo, decidió no devolver el cuerpo a su lugar original, sino llevarlo a Alejandría. En el camino de regreso, al pasar por el lago Mariout, en el mismo lugar donde fue enterrado el cuerpo originalmente, el camello que lo llevaba se arrodilló. La gente trasladó el cuerpo a otro camello que tampoco se movía. El gobernador finalmente se dio cuenta que se trataba de la voluntad de Dios, y mandó hacer un ataúd de madera resistente a la erosón y colocó en él un ataúd de plata.
Durante el siglo V, la ubicación del cuerpo quedó en el olvido. Años más tarde, un pastor estaba dando de comer a sus ovejas en ese lugar, y un cordero que estaba enfermo se curó. La historia se extendió rápidamente y los enfermos sanaban. Durante ese tiempo, la hija del emperador Zenón era leprosa. Sus consejeros le dijeron que fuera a ese santo lugar. Durante la noche San Menas se apareció a la niña y le informó que su cuerpo había sido enterrado en ese lugar. A la mañana siguiente, la joven se curó, y relató su visión sobre el santo a sus criados.
Zenón ordenó de inmediato que el cuerpo de Menas fuera removido y puesto en una catedral que se construyó allí. Una gran ciudad se construyó en nombre del santo. Los enfermos de todo el mundo cristiano solían visitarla y fueron curados.
Debido a que fue bautizado por Pedro de Alejandría y dada su indubitable historicidad, se le identifica a veces con San Cristóbal.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Serapión de Thmuis (c.300-c. 370)


Serapion (denominado «el Escolástico» según Jerónimo de Estridón) fue un padre del yermo, obispo de la villa egipcia de Thmuis, provincia de Augustamnica, a mediados del siglo IV, así como escritor religioso en griego antiguo.

Debió nacer hacia el año 300 y se retiró cuando era joven al desiero, donde fue discípulo de San Antonio Abad. Encabezó después una comunidad monástica antes de ser obispo de la villa de Thmuis antes de 339. Parece haber participado en el Concilio de Sárdica (343) y estuvo en la embajada que en 353 envió Atanasio, patriarca de Alejandría, reinando el emperador Constancio II, para defenderse de las acusaciones de los arrianos. Hacia 359, Constancio lo hizo sustituir por el arriano Ptolomeo en la diócesis de Thmuis. Estaba aún vivo hacia 370 (año de tres fragmentos de cartas a Serapión de Apolinar de Laodicea).
Se han conservado cinco cartas de Atanasio de Alejandría dirigidas a Serapión de Thmuis: una, de 358, refiere la muerte de Arrio; las otras cuatro, sin duda de 359, son exposiciones dogmáticas sobre la cuestión de la divinidad del Espíritu Santo.

Serapión fue tema del §99 del De viris illustribus de San Jerónimo, quien le atribuye un «destacado» tratado contra los maniqueos, otro sobre los títulos de los Salmos y unas cartas "útiles" dirigidas a diversas personas (al menos 55).
A día de hoy, subsisten su Contra los maniqueos, dos cartas o epístolas enteras (una, breve, dirigida a un colega obispo Eudoxo, quien quería dimitir a causa de problemas de salud; la otra, dirigida a los discípulos de San Antonio Abad, conservada solamente en traducciones sìríaca y armenia) y fragmentos diversos, en especial de epístolas, en griego o en traducción siríaca. Una Epístola a los monjes que celebraba la vida monástica, considerada tradicionalmente como auténtica, ha sido descartada definitivamente por K. Fitschen. En las Catenae (cadenas exegéticas) sobre el Génesis, trece fragmentos son atribuidos a Serapión por los manuscritos, pero el mismo K. Fitschen no asegura la autenticidad sino de tres (las otras vienen, de hecho, de Severiano de Gabala).
Un sacramentario (εὐχολόγιον) que lleva el nombre de Serapión de Thmuis ha sido reencontrado en 1894 en un manuscrito que data del sgilo XI del Monasterio de la Gran Laura del monte Athos. Se trata de una colección de treinta rezos litúrgicos (sobre la comunión, el bautismo, las órdenes, etc.) que abarcan dieciocho folios del manuscrito. El nombre de Serapión aparece en el título de dos rezos solamente (la primera y la decimoquinta), pero el conjunto de los textos podría tener el mismo autor. Sin embargo, tras un artículo de Bernard Botte aparecido en 1964, la atribución a Serapión ha sido fuertemente contestada (a causa del uso de un vocabulario teológico inverosímil en un discípulo de Atanasio de Alejandría).
El Contra los maniqueos de Serapión de Thmuis ha sido largo tiempo confundido con el de Titus de Bostra: a consecuencia de un accidente de transmisión (un manuscrito deshecho y recompuesto), sus textos han sido entremezclados. El tratado más corto de Serapión ha sido reconstruido en 1894 par A. Brinkmann. La fecha es de en torno a 330 y es la más antigua refutación cristiana conservada del Maniqueísmo (junto con el diálogo de Hegemonios).
Su fiesta se celebra el 21 de marzo.

martes, 23 de febrero de 2016

Besarión de Scete (c. 400)


Nació en el seno de una familia cristiana. Pronto se sintió atraído por la “vida angélica” de los ascetas. Fue discípulo de san Antonio Abad, que como él vivió el evangelio con toda su radicalidad, desprendiéndose de todo cuanto tenía, después se puso bajo la dirección de san Macario en el desierto de Scete en Egipto.
Su soledad estaba acompañada del evangelio donde encontraba su inspiración; abandonó a su segundo maestro y fue mendigo y peregrino por amor de Dios.

Es muy venerado por los griegos. Su nombre se hizo célebre muchos siglos después de su muerte, gracias al cardenal Besarión (1403-1472) a quien el prior del monasterio le impuso ese nombre cuando lo ordenó. Su fiesta se celebra el 6 de junio.

jueves, 11 de febrero de 2016

Palemón (?-ca. 330)


Palemón († ca. 330) fue un abad de la Tebaida, fundador junto con su discípulo Pacomio del monasterio de Tabennisi, en el año 330. Tras las persecuciones contra los cristianos se retiró al desierto y llevó vida de ermitaño, dedicado a la oración. Es conocido como uno de los Padres del yermo.
Pacomio buscó a Palemón y venció las reticencias de éste para aceptarlo como discípulo y compañero. Crearon entre los dos uno de los primeros monasterios de la Tebaida, en el que impusieron las costumbres de la vida eremítica: rezo en silencio, soledad y sacrificio (a veces pasaban toda la noche de pie, orando y haciendo penitencia para dominar las tentaciones de la carne). Utilizaban hojas de palmera para saciar el hambre provocada por los ayunos.
Palemón figura en el Martirologio Romano y su fiesta se celebra el día 11 de enero. Por la Iglesia ortodoxa su fiesta se celebra el 12 de agosto.

martes, 26 de enero de 2016

Pacomio de Tebas (h. 287-h. 346)


Pacomio fue un soldado romano del siglo IV que luchó en el bando de Majencio en la Segunda Tetrarquía. Se convirtió al cristianismo en el transcurso de un viaje a Alejandría, altamente impresionado por las buenas cualidades que pudo ver entre los cristianos de aquellas tierras, en especial la caridad. Fue entonces cuando decidió retirarse como ermitaño para llevar una vida de oración y austeridad, junto a uno de los templos de Serapis que por aquel entonces se hallaba en ruinas. Pacomio es conocido como uno de los Padres del yermo. Figura en el Calendario de Santos Luterano.

Tras un tiempo de vida como ermitaño decidió crear una regla para monjes en comunidad que debían tener el trabajo como medio de subsistencia importante. Con esta regla monástica sentó las bases para lo que fuera más tarde el Ora et labora que proclamó San Benito. Los monasterios creados por Pacomio llegaron a ser centros fabriles de producción, con un recinto rodeado por un muro, en el que había cabida hasta para mil monjes repartidos en las distintas casas. Dentro del cercado había distintas edificaciones y en cada una trabajaban y oraban cuarenta monjes. A su vez cuatro de estos edificios formaban una comunidad con 160 monjes. Al frente del conjunto del monasterio había un abad. Cada cierto tiempo se reunían todos los frailes para tratar asuntos comunes y de religión. Estas reuniones se hicieron célebres con el nombre de pacomias.
La vida monástica de los pacomios tuvo gran aceptación entre las comunidades cristianas. A la muerte de Pacomio existían ya nueve monasterios de monjes y dos de monjas, siendo el primero de todos el que fundó en Tabennisi cerca de Denderath (Egipto). Murió hacia el año 346. Su festividad es el 9 de mayo.

lunes, 18 de enero de 2016

Onofre (c. 320-c. 400)


San Onofre (alrededor de 320 en Etiopía - en torno al año 400 quizás en Siria) es un santo muy honrado y recordado hoy en día por los coptos, y venerado también por la iglesia católica. Es conocido como uno de los Padres del yermo y su festividad se celebra el 12 de junio.
Al parecer San Onofre fue hijo de un rey egipciaco o abisinio y que vivió en el siglo IV. El diablo logró que su progenitor lo entregara a las llamas como prueba de si era o no hijo adulterino. Onofre, igual que el profeta Daniel, resultó ileso.
Ya de niño entró en un convento de la Tebaida egipciaca (monjes que vivían en el desierto). De adulto abandonó el cenobio y marchó a vivir de ermitaño. La tradición relata que una luminaria le acompañó en el itinerario hacia lo que sería su ermita. Sólo comía dátiles y agua. Como vestimenta únicamente poseía sus propios cabellos y hojas de palma o hierbas del desierto entretejidas. Un ángel le daba pan a diario y los domingos también la comunión. Sobrevivió de esta forma durante 60 años.
Pafnucio fue discípulo suyo y en una de sus visitas a los eremitas, lo encontró en un estado deplorable de salud con su cuerpo deformado, barba canosa y cabellos de gran longitud; le hizo compañía hasta que falleció a las pocas horas para, después, relatar cómo era este titán de la penitencia encarado con los pecados del orbe. Pafnucio puso por escrito la vida y obras de san Onofre.
La tradición añade que cuando murió un coro angélico le rindió honores y alabanzas.
Se le representa como un santo provecto de luengas barbas y envuelto en sus propios cabellos. También puede aparecer situado en el desierto, en ocasiones al lado de él aparecen: la regla de san Antonio Abad, el cráneo y la cruz que presidían sus meditaciones, la palmera de cuyos dátiles se alimentaba e incluso una alforja (símbolo de las raciones que nunca le faltaron).